La cosa es así: cuando el gas se vende a US$ 10 por millón de BTU, su equivalente calórico en petróleo es US$ 59 por barril (1). Ese es el precio al cual actualmente lo está comprando Chile. Cuando el gas se vende en US$ 4/MMBTU, su equivalente calórico en petróleo está en US$ 23.6/barril. Ese es el precio actual del Henry Hub, lo que quiere decir que a ese precio se lo vamos a vender a México.
En ambos casos (Chile y México), el precio está por debajo del actual precio de petróleo de US$ 80/barril.
En el Perú el gas del Lote 88 se vende en boca de pozo en Camisea a US$ 1.54 MMBTU a las centrales eléctricas y en US$ 2.50/MMBTU a los consumidores industriales. Esto equivale a precios de petróleo de US$ 8.8 y 14.7 por barril, respectivamente. Queda claro que este es un precio barato que beneficia al mercado interno porque su equivalente en petróleo es US$ 80/barril. Enorme diferencia, ¿no?
La cuestión es que en los contratos de exportación, cuando el precio Henry Hub es de US$ 4/MMBTU, lo que se cobra en boca de pozo es solo US$ 0.159 por millón de BTU. Sí, así como lo lee: 15 centavos de dólar por millón de BTU. ¿Por qué? Porque hay que descontar los costos de transporte y de proceso hasta México. Y, también, porque los “negociadores” peruanos de la época lo aceptaron.
Dicho de otra forma: se exporta el gas a 15 centavos, lo que equivale a un (1) dólar por barril de petróleo y si se tuviera que importar el mismo equivalente calórico en petróleo tendríamos que pagar US$ 80/barril. Por ese motivo, lo mejor sería —aparte de abastecer primero el mercado interno— industrializar el gas y obtener de 12 a 20 veces más que el valor de exportación.
El gas es un recurso estratégico para el Perú. No se le puede considerar un “commodity” y que su uso en el mercado —interno o externo— dependa del costo/beneficio en dólares, sin considerar la enorme importancia de la garantía del abastecimiento por treinta o cincuenta años y, también, sin tener en cuenta los equivalentes calóricos. Quienes afirman eso o bien no conocen el asunto o bien favorecen los intereses del consorcio exportador. Por eso, no se debe exportar ni una molécula del gas de los Lotes 88 y 56, que son “regalos de Dios” para el Perú.
(1) Se ha usado la equivalencia de la Organización Latinoamérica de Energía, que establece que mil metros cúbicos de gas natural equivalen, en poder calórico, a 5.98 barriles equivalentes de petróleo.